-Dan! Dan! Despierta! Vamos a llegar tarde!
No reaccionaba así que le saqué la manta. Se despertó de golpe.
- Son las ocho menos cuarto!
Se quedó como paralizado por unos segundos y después se levantó corriendo. Me fui a mi habitación para vestirme y coger las cosas necesarias para la clase. No nos dio tiempo ni para desayunar. Salimos pitando de casa. Teníamos cinco minutos para llegar al instituto. Un recorrido que normalmente lo hacíamos en quince minutos. Como es lógico llegamos tarde.
Juliet estaba muy emocionada con lo de esta tarde. Incluso se puso un poco pesada. No paraba de hablar de las ganas que tenía que fuera a su casa. Juliet podía llegar a tener un comportamiento bastante infantil. Bueno la hora al fin llego y ella se callo. Esperamos a Dan y Max en la taquilla igual que el día anterior. Dan no hacía muy buena cara.
- Dan ¿Te encuentras bien? -Le pregunté
-No, la verdad es que no, creo que me voy para casa.
- Vale, pues vamos -Le respondí.
- No, tu vas a casa de Max.
- Pero si tu no vas yo tampoco.
- No te preocupes Rosie, yo le acompaño a casa. -Dijo Max.
- No, íros ya, me voy solo. -Dijo Dan
-No puedes ir solo a casa -Dijo Juliet que había estado callada hasta ahora.
- No os preocupéis adiós. -Dijo y se fue.
Miramos como se iba sin saber que hacer.
- Vamos que ya es tarde -Dijo Juliet cogiendo me del brazo.
El camino a casa de Juliet y Max fue silencioso, yo estaba preocupada por mi hermano y no tenía ganas de empezar una conversación. Ellos tampoco la empezaron. Vivían en una casa de dos pisos. No era nada extraño lo extraño sería que fuera de un solo piso. Cuando llegamos los dos dijeron a la vez:
-Hola abuela!
¿Abuela?¿ Es que su abuela vivía con ellos? Se lo tendría que preguntar.
- Hola, estoy en la cocina.
- ¿Tienes hambre? -Me pregunto Max - Hoy nos han hecho la merienda. -Dijo con una sonrisa.
Entre los dos me arrastraron hasta la cocina.
-Hola -Me saludo una señora mayor, con el pelo blanco.
- Hola -Respondí tímidamente - Soy Rosie.
- Mucho gusto.
- Abuela subimos arriba ¿vale? -Le dijo Juliet.
Ella simplemente asintió.
Fuimos a la habitación de Juliet. Su habitación era enorme, tenía baño e incluso tenía un sofá con un televisor delante. Me quedé asombrada.
- La he ordenado porque venías -Dijo Juliet orgullosa de si misma.
Me puse a reír. Max mientras tanto se sentó en el sofá y empezó a comer galletas.
Se dio cuenta de que le observaba y dijo:
- Tengo hambre.
- Max! Te has dejado la bebida! -Dijo Juliet -Ahora vengo.
Dicho esto se fue cerrando la espalda tras de si.
Había algo que me llamó la atención, las paredes estaban llenas de dibujos. Unos dibujos preciosos. Me quedé observando una en particular, era muy bonito. Era una niña pequeña que llevaba un sombrero de paja, se parecía a Juliet. De repente sentí una mano sobre mi hombro.